Todo normal [...], y al sentir el calorsito del tren dentro, sentí en la cara como ese hormigueo levesito, nada grave [...], se me quitó el frío y seguí, y ándale, que me bajo del tren y escucho muy intenso los sonidos del subterráneo me percibo yo de manera muy personal como si estuviera consiente de cada parte de mi cuerpo sabes, como si todo mi cuerpo dijera, presente aquí y ya. [...] me noto super relax, incluso sonriendo nada forzado, es muy natural, como si fuera algo que sale involuntario, me siento bien,[...] pero estoy a gusto en verdad.

Llevaba más de dos años sin poder conciliar el sueño a partir de un divorcio muy doloroso. Después de ser atendido por 2 terapeutas sin resultados positivos, consulté a un psiquiatra que me sugirió atenderme con microdosis de psilocibina. Hice un solo tratamiento de 30 días y estoy sorprendido de como no solo he podido finalizar mi duelo, sino también retomar con entusiasmo actividades sociales que me habían dejado de interesar. Duermo mejor, hago ejercicio y tengo una actitud positiva hacia la vida.

En mi trabajo tengo mucha presión por la incertidumbre que se vive a nivel mundial y estar pensando en un futuro negativo me distraía de solucionar lo realmente importante día a día. No consideraba que necesitara atención médica, solamente pasar por un proceso de enfoque y atención. Decidí tomar las microdosis durante un mes y desde la primera toma pude notar menor preocupación, mayor claridad en mis ideas y serenidad para tomar decisiones en favor de mi empresa.

La entrada a la adolescencia de mi hijo cambió totalmente la rutina de mi vida, que se convirtió en un caos y en constantes discusiones con él. Aunque tomamos terapia, la convivencia era muy difícil y me empecé a llenar de ideas que nos generaban conflictos. Después de tomar el tratamiento de microdosis, me he sentido más serena y menos alterada para enfrentar esta nueva etapa en la vida de mi hijo, lo comprendo mejor y ahora buscamos conciliar en vez de discutir.